Tomaso Tancredi, un artista de circo de la vieja escuela, llega desahuciado y con hambre a un circo que parece sacado de un sueño o de una pesadilla, en busca de trabajo. Lo que encuentra allí no es un circo al uso, sino un universo paralelo lleno de personajes tan disparatados como entrañables: un tropecista que se cae con arte, un filósofo borracho que murmura verdades eternas entre tragos, un hombre barbudo que hace del mesado de barba una declaración de principios, y una mujer que fascina no solo por su belleza, sino por el profundo hartazgo que le ha provocado la mirada ajena.
Lo que al principio parece absurdo o ridículo a los ojos de Tomaso, pronto se revela como un espejo deformante y certero de la realidad que lo rodea. En este circo, lo trivial se vuelve extraordinario; un lanzamiento de sombrero puede ser el acto más sublime y una caída, una metáfora de la resistencia humana.