Carlos H. llega a Barajas procedente de Nueva York agotado y con elánimo extrañamente alterado. Entre la multitud de personas que esperan la llegada del vuelo distingue a su madre y a su novia, pero cuandose dirige cansinamente hacia ellas ve a una bellísima joven con uncartel en el que se lee: «Mr Noback». Sin pensárselo dos veces, Carlos se encamina hacia la chica y, dándole la mano, afirma sencillamente:«Hola, yo soy míster Noback».
A partir de esta temerariasuplantación, Carlos se irá introduciendo cada vez más en un universocompletamente ajeno al suyo. Todo por vivir una quimera.
Con estadelirante huida hacia delante arranca la novela, original mezcla decomedia de enredos, inteligente y divertida, y de reflexión acerca del modo tan complejo con el que conformamos nuestra identidad y la delos demás, o de cómo defendemos a muerte máscaras y disfraces.
