Tony Pagoda es un cantante melódico con mucho pasado a cuestas. El
suyo ha sido el escenario de una Italia florida y desquiciadamente
feliz. Ha tenido talento, dinero, mujeres. Y además ha conocido a
personajes extraordinarios y miserables. Y ahora es como si una
desenfrenada sabiduría se liberara de él. Tiene palabras para todo el
mundo y revela cuál es la sustancia de los hombres. Cuando la vida
empieza a complicarse, Pagoda hace una breve gira por Brasil y decide
quedarse allí. Pero la cosa no ha terminado. Tras dieciocho años de
exilio alguien está dispuesto a firmarle un cheque estratosférico para
que regrese a Italia. Una primera novela que ha hecho evocar los
nombres de Gadda y de Céline.
«Esta primera novela de Sorrentino puede recordar el rasgo grotesco y
desenfrenadamente caricaturesco de Il divo [la película que dirigió],
pero en plena función de otros códigos expresivos, bien reconocibles»
(Renato Minore, Il Messaggero)
«Inevitable la referencia a Céline, a su petite musique, a su
apocalíptica visión del mundo» (Felice Piemontese, L'Unità)
«Sorrentino no es un director que escribe un libro, sino un escritor
que es también director... Sólo el mejor Ammaniti puede hacer frente a
esta historia intensa y al mismo tiempo popular» (R. Astremo,
Quotidiano di Puglia-Brindisi).