¿Acaso no somos los humanos también animales? Unos animales algodiferentes, lo sabemos: por ejemplo, podemos escribir e ilustrarlibros como este, en el que contamos las experiencias de animales deotras especies que tuvieron vidas más que interesantes pero, casisiempre, condicionadas por su relación con nosotros.
Ojalásabiendo más de ellos seamos capaces de ver a los animales como lo que realmente son: individuos y no objetos; seres vivos que, a su manera, piensan y sienten, no propiedades nuestras que podemos manejar anuestro antojo.
Este libro va de igualdad, respeto y dignidad. También va de amor.