Érase una vez un ogrito que era muy goloso. Le encantaban las ricas comidas que le traía su mamá: gusanos gigantes de color verde, huesos de codornices, moscas en salsa y patas de arañas.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Más información