La primavera del 2020 nos ha enseñado lo vulnerable de nuestra existencia. Sentimos todos el miedo, la incertidumbre y aprendimos que juntos se superan hasta las cosas que nos separan.
Estamos aun en el camino, pero parece que vemos más cerca ya la meta. En toda esta lucha afloraron héroes que ya estaban ahí, pero fue ahora cuando les pusimos el nombre que les pertenecía. Estábamos demasiado ocupados admirando a los de mentira, los héroes del balón, los que salen en la tele. Y como de héroes va el cuento, no quiero dejar de agradecer a nuestros pequeños la asombrosa facilidad de aguantar el chaparrón sin soltar el paraguas ni dejar la sonrisa, esa sonrisa que nos ha ayudado tanto en los momentos más angustiosos. Esa manera tan admirable de no preguntar, de dejarse llevar, sin dramas ni discordias. Por eso, sin más, este cuento es su voz, la de los Héroes de Primavera.
