En la colección Kiko se explican pequeños conflictos que a los niños pueden parecerles grandes e insalvables, desmitificándolos y concediéndoles un aire de normalidad. El pequeño lector -de hecho hablamos de "prelectores"- ve que el protagonista, un niño como él, normal y corriente, supera un pequeño problema que identifica como propio. Esto le ayudará a convencerse de sus propias posibilidades y a alcanzar un cierto grado de satisfacción con los pequeños logros diarios. Es la hora de dormir, pero a Kiko no le gusta la oscuridad. Tal vez si su papá le explica un cuento...